Biografía del cuy por Arturo Corcuera
Donde crece la hierba ahí está el cuy,
Donde crece el cuy empieza a temblar la hierba.
En sus dientes perecen las pencas del venerable choclo,
rendida desfallece la flor azul de la alfalfa.
El cuy podría, con todo derecho, decir
si hablara, “yo también soy América”.
Pertenece a la gloriosa estirpe
de la papa y el colibrí,
dos especies ilustres
que han echado raíces y alas por el mundo.
Cutucho de nacimiento.
En los menesteres del amor
es un eficientísimo gallito en celo,
nadie (ni el mismo conejo) le pisa la cola.
Amado por científicos y curanderos,
por adivinos y gastrónomos,
¡Cuántas veces por salvarnos
ha ofrendado su vida!
Por bajarnos la fiebre
¡cuántas veces fue sacrificado!
Nada como un buen cuy en las manos del brujo.
Si hasta expulsa espinas y extirpa callos,
Bálsamo es de heridos y caminantes.
De par en par
a través de sus vísceras,
como al trasluz, el adivino
un buen adivino será.
¡Ay, cuy,
se me hace agua la boca
cuando te aguaito en la cocina,
cuando respira el paladar sus guisos,
cuando te sueño con los ojos abiertos
rodeado de ollas y ajíes y papas amarillas,
doradito y curtido (todo chactado),
como expuesto a las piedras
y al sol de las cordilleras.
Ajenos al sobresalto
de tus ojos de siervo herido,
que no darían los señores
por comerte mejor,
por despellejarte (a punta de ajos) a fuego lento.
Hoy arengas en la calle a los pobres,
te enfrentas al Imperio del Super Ratón,
unitario y tercermundista,
sales con Juan de la historieta
para entrar en la historia.
Arturo Corcuera
El poeta Arturo Corcuera, estará este lunes 24 de junio en Huancayo, para premiar a los ganadores de los Concursos de Cuento y Poesía Premio Felizh 2013.